El templo de la creencia consta de un tejado o frontón, y una serie de pilares que lo sustentan. En el tejado del templo, ponemos la creencia limitante en una frase. YO NO SOY SUFICIENTE.
Los pilares del templo representan aquello que sustenta la creencia, es decir, aquello que hace que la creencia exista y ejerza poder sobre ti. Cuanto más sólidos sean los pilares, mayor poder tendrá la creencia.
Los pilares deberán referirse a hechos constatables, evidencias reales, situaciones reales, experiencias reales, y ¡NO a otras creencias!
Aunque toda nuestra realidad esté teñida de creencias, debemos evitar definir los pilares con otras creencias.
¡Han de ser HECHOS ‘reales´!Has de esforzarte para encontrar evidencias reales que sustenten la creencia: NO SOY SUFICIENTE, SOY EXIGENTE, EXAGERADA, HISTÉRICA, LOCA, … ya que eso te va a permitir tomar consciencia tanto del origen, como de la razón de ser de tu creencia.
Si lo que escribes en los pilares sólo son creencias, y no hechos ‘reales’, entraremos en un círculo vicioso en el que una creencia alimentará a la siguiente, sin que podamos encontrar información relevante que nos ayude para sustituir tu creencia limitante. Los pilares deben ser ‘ladrillos sólidos y tangibles’ que sustenten la creencia, y no meras ‘cortinas de humo’ del saboteador interior. Cuantos más ladrillos tenga una creencia, mayor será su peso, y más te limitará.
La cantidad de pilares a definir puede variar en cada caso, pero como regla general diremos que debe oscilar entre 4 y 6. Buscar al menos 4 pilares te reta a mirar en lugares más profundos de tu subconsciente, y trabajar con más de 6 pilares puede ser excesivamente laborioso y no aportar mayor beneficio. Hacerte preguntas poderosas te ayudará a encontrar los pilares de tu creencia.
Algunas preguntas poderosas son:
¿Qué te ha ocurrido, para que creas eso?
¿Desde cuándo crees eso?
¿Qué hecho concreto te hizo creer eso?
¿Cómo te hizo sentir eso?
¿Qué cambió dentro de ti?
¿Cuántas veces te ha ocurrido eso?
¿Qué otra experiencia alimentó tu creencia?
¿En qué evidencias te basas?
¿Qué creerías, si eso no te hubiese ocurrido?
¿Quién serías, si eso nunca hubiese pasado?

Una vez creado el templo de la creencia limitante, y descubierto cuál es su beneficio, hemos creado mucha consciencia acerca de la creencia limitante, pero aún no hemos reducido su poder. Para hacer esto, necesitas sustituir tu vieja creencia limitante, por otra que te impulse con fuerza hacia tu objetivo. Veremos cómo construir el templo de la creencia impulsora ‘antídoto’: YO SOY VALIOSA Y MERECEDORA DEL AMOR VERDADERO.

Como ya sabemos, los pilares del templo representan aquello que sustenta la creencia. Son los ‘por qué’ de la creencia, aquello que hace que la creencia sea real, y pueda ejercer poder impulsor sobre ti.
Cuanto más sólidos sean los pilares, mayor fuerza tendrá la nueva creencia para ti.
Recuerda: Los pilares de la creencia deberán ser hechos constatables, evidencias reales, situaciones reales, experiencias reales, y ¡NO otras creencias!
Aunque toda nuestra realidad esté teñida por nuestras creencias, debemos evitar que definas los pilares de tu creencia, con otras creencias. Esto es especialmente relevante para darle fuerza y solidez a la nueva creencia impulsora ‘antídoto’.
Deberás hacerte consciente, de que los pilares de tu nueva creencia no son deseos o fantasías, sino UNA REALIDAD PRESENTE en tu vida. Los pilares deben ser ‘ladrillos tangibles’ que sustentan la nueva creencia, y no meros sueños ubicados en el futuro. Cuantos más ‘ladrillos’ tenga tu nueva creencia impulsora, mayor será su peso, y más te impulsará.
Dado que la nueva creencia impulsora quiere sustituir a la creencia limitante, deberemos restarle fuerza a cada pilar que sustente la vieja creencia. Cada pilar de la nueva creencia impulsora, deberá ser un ‘antídoto’ contra uno de los pilares de la vieja creencia limitante. Por tanto, la cantidad de pilares de la nueva creencia será, como mínimo, la misma cantidad que la del templo de la creencia limitante. Un pilar ‘antídoto’ nuevo, por cada pilar limitante viejo.
A medida que vas definiendo tus pilares, usa preguntas poderosas para ayudarte a:
– Tomar mayor consciencia del peso real de cada pilar.
– Comprobar la veracidad objetiva de los hechos o circunstancias.
Algunas preguntas poderosas son:
¿Qué experiencia contrarresta este viejo pilar?
¿Cómo te sentiste en aquella situación?
¿Cuántas veces has logrado eso?
¿Qué más has conseguido en este contexto?
¿Qué otra experiencia te hace sentir fuerte?
¿De dónde sale esa fuerza?
¿Cómo impulsa este hecho a tu nueva creencia?
¿Quién eres cuando conectas con este nuevo pilar?
Recuerda: El nuevo templo de la creencia impulsora deberá tener, al menos, un pilar antídoto para cada pilar limitante.
Cada viejo pilar tiene que contrarrestar con hechos y evidencias reales, que ya forman parte de tu vida. No has tenido que inventarte nada, ya que todo está presente en tu subconsciente.
Lo que has hecho ha sido sacarlo a la luz, recordarlo, hacerte plenamente consciente de tus logros y de tu fuerza, y reconectar con el potencial que guardas en tu interior.
Una vez que has podido comprobar que tu creencia impulsora es real, y que se sustenta sobre hechos que tú mismo te has demostrado en anteriores ocasiones, el siguiente paso será reflexionar sobre todo lo que esa nueva creencia puede aportarte en tu camino hacia el objetivo. Este paso es la unión impulsora del ‘por qué’ y del ‘para qué’.
Algunas preguntas poderosas para encontrar el beneficio de la creencia:
¿Cómo te ayuda esta creencia a lograr tu objetivo?
¿En qué te impulsa?
¿Cómo te hace sentir?
¿En quién te convierte?
¿De qué te sientes capaz cuando la lees?
¿A qué distancia te ves ahora de tu objetivo?